Trabajar en grupo se ha convertido en una herramienta clave para sacar adelante las diferentes tareas, tanto en el ámbito universitario como empresarial. Sin embargo, establecer vínculos efectivos no siempre es tarea fácil. Por eso, y para que puedas tener éxito en tu próximo proyecto grupal, en este post te cuento los secretos de un buen trabajo en equipo.
La importancia del trabajo en equipo
Una de las cuestiones que siempre planteamos en los talleres que realizamos con estudiantes en prácticas es la siguiente: ¿Creéis que vuestras prácticas hubieran sido totalmente diferentes sin la presencia y la implicación del equipo en vuestro aprendizaje?
Esta pregunta siempre tiene una contestación unánime: sí, mi equipo ha sido vital para el desarrollo y éxito de mis prácticas.
Lo que se puede sacar en claro es que, independientemente de lo que el equipo suponga para ti, no podemos visualizarnos como seres individuales. Lo correcto sería vernos como un sistema donde todo está relacionado y donde los equipos de trabajo componen uno de los subsistemas más importantes, o al menos, en el que pasamos la mayor parte de nuestro día.
Los secretos de un buen trabajo en equipo
Dentro de cada equipo existen diferentes reglas, patrones de relación y sistemas de comunicación, cuyo éxito reside en la propia adaptación y conexión al mismo. Sin embargo, si tuviera que identificar cuatro aspectos genéricos y fundamentales para el éxito de cualquier equipo me quedo con los siguientes:
1. Ser uno mismo
Esta afirmación, que parece tan obvia, a menudo nos plantea un dilema entre: aquello que creemos que esperan de nosotros y lo que en realidad somos. Esto nos lleva a comportamientos y formas de actuar con las que no nos sentimos identificados. Es sencillo: estás ahí gracias a quien eres. Confía en tus capacidades y en tu propia esencia.
2. Sentimiento de pertenencia.
Cada persona tenemos un lugar concreto dentro del equipo. Independientemente del puesto o responsabilidades que tengas, sin tu presencia, el equipo no funciona.
3. Compromiso compartido.
Nuestros objetivos personales están ligados a objetivos comunes que tenemos como equipo y que están por encima de nuestros intereses particulares. Es importante que el equipo conozca y sea partícipe de este compromiso. De esta forma, la implicación individual pasa a ser un compromiso colectivo.
4. Confianza y apertura hacia los demás.
El día a día en nuestro trabajo genera ciertas discrepancias y conflictos cuya presencia es natural e incluso positiva para poner a prueba la estructura del equipo y reforzar las relaciones. Cuando esto ocurre es importante que cada miembro tenga la suficiente confianza y libertad para expresar sus argumentos y sentimientos. Si desde el principio compartes tus inquietudes y puntos de vista con los demás, el equipo te reportará su confianza y consideración.
No existe una fórmula universal para el éxito de un buen trabajo equipo. La naturaleza de quienes lo componen es cambiante y ahí, precisamente, es donde reside el secreto.
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