Las ventajas del Mindfulness para estudiantes

Romina Hidalgo Marchione

Actualizado el martes, 26 noviembre, 2019

Te levantas con ganas de seguir durmiendo, te pones a estudiar y no te concentras, tienes demasiadas cosas en la cabeza, tu comprensión de lo que estás leyendo es casi nula, tu cerebro no da más y tu cuerpo tampoco… ¿Te suena de algo? Se llama estrés y te está avisando de que necesitas descansar y empezar a descubrir las ventajas del Mindfulness para estudiantes.

Qué es el Mindfulness

El Mindfulness, también conocido como “atención plena” en español, es la capacidad de estar presente, de centrarse y observar atentamente y de forma consciente nuestra experiencia y nuestro entorno. Es la habilidad de vivir el ahora con el cuerpo y la mente evitando distracciones e interrupciones, evitando pensamientos sobre el pasado o el futuro, y siendo consciente de nuestras sensaciones, emociones y sentimientos. Todo ello con intención, comprensión y aceptación.

Beneficios del Mindfulness

Según estudios científicos recientes, la práctica del Mindfulness ayuda a nuestro cerebro a controlar el estrés producido por la multitarea y la multitud de pensamientos (tanto sobre acontecimientos pasados como imaginarios). Además, reduce la tendencia a la ira e incluso a los bloqueos emocionales por miedo, ansiedad o pánico.

Aplicando las técnicas del Mindfulness seríamos capaces de:

  • Dormir mejor evitando los insomnios
  • Concentrarnos en lo que estamos leyendo o escuchando en una clase evitando distracciones
  • Mejorar nuestra forma de trabajo centrándonos en lo que tenemos entre manos
  • Mejorar nuestras relaciones sociales al desarrollar una comunicación más atenta y consciente.

Si todavía no te convence la idea de practicar estas técnicas de meditación y atención plena, seguramente lo hará cuando descubras que hacerlo mejorará, además, tu capacidad creativa cuando tengas que presentar un trabajo y tu memoria para el próximo examen. Numerosos estudios científicos así lo avalan.

Objetivos del Mindfullness

El objetivo fundamental del Mindfulness es dotarnos de técnicas que nos permitan aprender a gestionar nuestras emociones, nuestros pensamientos y reacciones para poder afrontar las situaciones que la vida nos presenta.

Tomar consciencia de nuestras sensaciones, pensamientos y sentimientos, y observar con atención plena nuestra relación con el mundo exterior y con nuestro entorno nos permite ser personas más pragmáticas, más despiertas y más valientes.

Cómo empezar a practicar Mindfulness

Los grandes retos del Mindfulness son la tensión, las distracciones y la somnolencia. La clave para empezar a practicar Mindfulness está en hacerlo de a poco y aceptando los intentos fallidos y los resultados obtenidos.

Una técnica milenaria para relajar la tensión (sin dormirse) y empezar a meditar sin distracciones es la que consiste en sentarse en el suelo con las piernas cruzadas, en lo que se llama la postura de la flor de loto, colocar las manos sobre las rodillas, cerrar los ojos, respirar profundo y concentrarse en los movimientos de nuestro cuerpo al respirar.

Automáticamente aparecerán en nuestra mente pensamientos sobre lo que hicimos en el día, lo que viene después, o incluso sobre estímulos externos como puede ser un sonido de la calle en el que pusimos nuestra atención. Lo importante es no frustrarse y aceptar la práctica tal como se presenta. Actuar con lo que podemos cambiar (por ejemplo, cerrar la ventana si eso aminora el ruido) y aceptar las cosas que no podemos cambiar.

Una vez que conseguimos practicar la atención plena con esta técnica de meditación tradicional del budismo, podemos pasar a las siguientes fases. Podemos encontrar algo que nos guste hacer como bailar, salir a correr o dar un paseo por el parque y concentrar nuestros pensamientos en lo que estamos haciendo, en cómo se siente nuestro cuerpo al hacerlo. No vale ir caminando mirando el teléfono móvil.

Lo interesante de esta práctica es poner el foco en nuestra respiración, tomar consciencia de nuestros pasos, del movimiento de nuestros brazos, de cómo están los músculos de nuestra cara, oír los sonidos del entorno y escuchar también los sonidos que puedan provenir de nuestro interior.

Cuando seamos capaces de aplicar estas técnicas de meditación activa, podremos emplearlo en todos los ámbitos de nuestra vida: comiendo, conversando con amigos, en el metro, escuchando a la profesora en clase, leyendo un libro, estudiando los apuntes, etc.

¿Te animas a practicar Mindfulness?

Romina Hidalgo
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