¿Sabes qué es realmente una start-up?

bombilla start up

Empecemos por el principio: todos estamos acostumbrados a escuchar (incluso a utilizar) el término ‘start-up’, pero… ¿Sabemos realmente qué es una start-up? Una start-up o empresa emergente es el término que se utiliza para designar aquellas empresas de nueva creación, innovadoras y generalmente con base tecnológica.

Características de una start-up

Las empresas start-up detectan un problema y proponen una solución innovadora al mismo basándose en la tecnología. A excepción de casos como el del gurú Steve Jobs, este tipo de empresas no crean necesidades.

Es importante distinguir a estas empresas de las PYME; pequeñas y medianas empresas que, por su nivel de ingresos, balance o número de trabajadores, entran en esta categoría. Detrás de las PYME también hay emprendedores que deciden aventurarse y abrir su propio negocio, pero para entrar dentro de la categoría start-up es necesario tener una base innovadora y tecnológica.

Cuando hablamos de innovación y start up, podemos distinguir dos tipos de innovación:

  • Innovación de producto. Un ejemplo sería la maleta con ruedas; las maletas existían y la rueda también, pero no fue hasta 1970 cuando un emprendedor decidió innovar con la, hoy ya más que conocida, maleta con ruedas.
  • Innovación de procesos. Es el tipo de innovación es el más común y en él se engloban todas esas apps que hacen de nuestro mundo un lugar más sencillo. La mayoría de las start-ups a día de hoy se basan en innovación de procesos por la capacidad de escalabilidad que eso les da (algo que no tienen las PYME). Esta escalabilidad ofrece una oportunidad de crecimiento exponencial y eso es lo que, de cara a los inversores, hace una empresa start-up tan atractiva. Por ejemplo, cuando se crea una app (siempre y cuando plantee una solución válida a un problema determinado) la posibilidad de que pase de 10 descargas a cien mil en un corto periodo de tiempo es muy alta.

Qué hay que saber para trabajar en una start-up

El crecimiento exponencial de las start-up puede desembocar en tres escenarios:

  1. Crecimiento de manera exponencial hasta convertirse en una empresa multinacional.
  2. La empresa crece hasta que otra empresa la compra
  3. No crece tanto como estaba previsto y muere en el intento. Es lo que le ocurre a la mayoría de estas empresas y es el principal riesgo que hay que tener en cuenta a la hora de entrar a trabajar.  

Trabajar en una start-up no es para todos, pero: ¿Para quién sí es? ¿Qué competencias son necesarias para entrar a formar parte de una start-up?

  • Conocimientos técnicos relacionados con el sector de la empresa.
  • Capacidad de adaptabilidad. Las start-up son empresas que están empezando y que están conociendo el mercado y el entorno.
  • Un grado alto de creatividad. El propio origen de la empresa son ideas innovadoras; una persona con una mente creativa que propone y tiene ideas es un candidato perfecto.
  • Capacidad de aprender. Los cambios tecnológicos son tan rápidos que es necesario contar con la habilidad de aprender para adaptarse; una persona sin esta habilidad no será válida por mucha experiencia que tenga.
  • Valentía. El mundo emprendedor en general, y el de las start-up en particular, reúne una serie de peculiaridades, beneficios y riesgos que hacen que el sector no sea apto para cobardes.

Llegados a este punto: ¿Te gustaría trabajar en una start up?

Carlota Fernández
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